Welcome to the Inopia.

Más allá de Orión, la Puerta de Tanhauser, los Cerros de Úbeda, la cara oculta de la luna, Babia y más lejos todavía de donde Cristo perdió el gorro andan a la deriva, o más bien naufragan, mis pensamientos y reflexiones sobre las más que recalentada realidad que nos abrasa todos los días. Por eso, cuando todo se emborrona y pareciera que nada tiene sentido, me exilio en la Inopia, lugar donde encuentro el hilo de Ariadna al que agarrarme si quiero encontrar la salida del laberinto.


Sitio desnuclearizado

jueves, 5 de agosto de 2010

Argumento original y con gracia.

A continuación transcribo el comienzo de un artículo de opinión publicado en el diario “Público” por el columnista Manolo Saco. Iba a cuento sobre la huelga de controladores aéreos y si a éstos se les podría considerar clase obrera y sobre el oportunismo y lo justo o no de la misma, etc. pero lo que a mí me hizo gracia y me pareció original fue el argumento de entrada. Helo aquí:



"Dicen de los asesinos en serie que el primer asesinato es el más difícil para ellos, el que crea en su mente un torbellino de dudas, ansiedades y sentimientos de culpa, pero que los siguientes ya vienen limpios, sin todos esos efectos secundarios molestos.
Le ocurre lo mismo a los dogmas: admitir el primero, por muy disparatado que sea, podría crearnos severos traumas, pero una vez asumido, pongamos por caso, que hay un dios que se divide en dos para que el segundo preñe a una mujer virgen y nazca de ella un tercero, pero que en realidad es el mismo, uno y trino, y que considera pecado comer el fruto de un árbol de un paraíso donde vivía el hombre, solo, el pobre, hasta que ese dios que son tres consideró oportuno crear, de una costilla del hombre que había modelado previamente con barro, una mujer para que le entretuviese… una vez admitida esta estupidez, todo lo que venga detrás forma parte ya del sentido común entre los creyentes".