Welcome to the Inopia.

Más allá de Orión, la Puerta de Tanhauser, los Cerros de Úbeda, la cara oculta de la luna, Babia y más lejos todavía de donde Cristo perdió el gorro andan a la deriva, o más bien naufragan, mis pensamientos y reflexiones sobre las más que recalentada realidad que nos abrasa todos los días. Por eso, cuando todo se emborrona y pareciera que nada tiene sentido, me exilio en la Inopia, lugar donde encuentro el hilo de Ariadna al que agarrarme si quiero encontrar la salida del laberinto.


Sitio desnuclearizado

miércoles, 14 de febrero de 2018

JUECES DE MIERDA Y CATÓLICOS DE MIERDA (Por Aníbal Malvar).

Tremendo Aníbal Malvar:


A mí me da un poco de cosa insultar a la gente, pues mi madre es mujer culta y de origen humilde, y quizá por eso me enseñó formas, talantes y manieras. Pero algunos jueces y católicos de España son, y han sido siempre, una banda de hijos de puta. Unos mafiosos. Pistoleros contra el humor, la belleza y la inteligencia. Los curas se han follado a centenares de miles de niños, y nadie ha dicho nada. Y ahora los jueces, un mierda de juez de Jaén, un tipo o tipa que debería estar pintando palotes en un cuaderno infantil, un fascista asqueroso, un gilipollas, un castrato intelectual, una cagada de persona, una excrecencia ética, un esputo en la frente de la evolución humana, va y condena a un chaval a pagar quinientos pavos por haber subido en las redes una foto suya caracterizado de Cristo.
No encuentro en Internet el nombre o la nombra de este juez, que, si no, aquí lo pondría.
El chaval ha aceptado pagar 480 euros. Diez días de jornal vareando aceitunas. No es una metáfora. El chaval condenado se dedica a varear aceitunas. Estoy seguro de que ese hijo de puta de juez no sabe lo que es varear aceitunas.
El chaval ha dicho que no quería ofender a nadie.
¿Quién se siente ofendido?
Unos mierdas despreciables conocidos como la Hermandad de la Amargura, católicos yihadistas de la estupidez gregaria, lo denunciaron. ¿Por qué? Esa no es la pregunta. La pregunta es cómo un juez puede admitir tan alocada demanda. Y que lo declare culpable. ¿Dónde estamos, compañeros?
¿Por qué no decimos nada nosotros?
¿Por qué no hacemos nada nosotros, cuando la diferencia entre decir y hacer, en democracia, no es tan grande?
¿Qué hay que hacer?
Supongo que la mierda esa de la Hermandad de la Amargura me denunciará por llamarlos no sé… A pesar de mi gran léxico, no se me ocurre cómo adjetivar a estas heces bazofieras.
Dejamos que esos putos integristas católicos sigan condenando gente, como en el franquismo y la inquisición. Y nos quedamos tan tranquilos. Son solo 480 euros. Idos a la mierda, pazguatos. Esos 480 euros le suponen al chaval diez días vareando aceitunas. ¿Habéis visto algún día a alguno de la Hermandad de la Amargura vareando aceitunas?  Yo lo hice de joven, y es duro.
Los paletos y los indocumentados no saben que la Iglesia recibe de media unos 10.000 millones de euros anuales de nuestros impuestos, entre subvenciones, exenciones y otras prebendas (ni siquiera cotizan las entradas en sitios como la catedral de Santiago, que es mi pueblo; compraron la mezquita de Córdoba por 30 euros: ¿Por qué tú no la pudiste comprar por ese precio?).
Mi directora me va a echar, pues este artículo semanal va sobre lo que se dice en los periódicos. Y no he visto el tema en ninguna portada. Jefa, ¿puedo escribir también sobre lo que no he podido leer en los periódicos?
Vale.
Quedo despedido.


Publicado el 10 de febrero de 2018 en publico.es: http://blogs.publico.es/repartidor/2018/02/10/jueces-de-mierda-y-catolicos-de-mierda/