Welcome to the Inopia.

Más allá de Orión, la Puerta de Tanhauser, los Cerros de Úbeda, la cara oculta de la luna, Babia y más lejos todavía de donde Cristo perdió el gorro andan a la deriva, o más bien naufragan, mis pensamientos y reflexiones sobre las más que recalentada realidad que nos abrasa todos los días. Por eso, cuando todo se emborrona y pareciera que nada tiene sentido, me exilio en la Inopia, lugar donde encuentro el hilo de Ariadna al que agarrarme si quiero encontrar la salida del laberinto.


Sitio desnuclearizado

lunes, 10 de diciembre de 2018

NACHO VEGAS - NO ME VOY A MARTE (ECOLOGISTAS EN ACCIÓN).




"Gracias a Ecologistas en Acción muchos aprendimos que, en un mundo con recursos limitados y un mercado libre para depredarlos, una de las vías más necesarias y urgentes para acabar con la pobreza y la desigualdad es el ecoactivismo”. La sensibilidad ecologista del músico asturiano Nacho Vegas no es nueva. Se mostraba en canciones como “Nuevos planes, idénticas estrategias” ("Y sé que no querrás volver a confiar en mí; ya nadie confía en la energía nuclear después de lo de Chernobyl”), “Marquesita” ("Y vemos un monte que acaba de arder y que ahora parece bañado en carbón”) o, más recientemente, “Ser árbol” o “A ver la ballena”, de su último álbum ‘Violética' (Marxophone, 2018). Un disco, ya desde el diseño y las ilustraciones del dibujante y miembro de Ecologistas en Acción Miguel Brieva, donde la naturaleza está más presente que nunca. La inspiración para escribir una canción con la que celebrar el veinte aniversario de Ecologistas en Acción vino del título de un ensayo de otro activista de la organización ecologista. Hace 14 años el poeta, matemático y politólogo Jorge Riechmann publicó el ensayo 'Gente que no quiere viajar a Marte’ (Catarata, 2004), donde argumentaba que una persona no puede ser productivista consecuente si no está dispuesta a tratar la Tierra como un planeta desechable, para emprender a continuación la fuga al cosmos. Esta tentación se inscribe en un movimiento "antropófugo" más amplio y complejo, un movimiento de huida de la condición humana contra el que, según Riechmann, se ha de resistir. Nacho Vegas tiene claro que “mientras agite el viento la mar y los peces canten su canción” él no se va a Marte. Ecologistas en Acción, la red ecologista con mayor imbricación en el territorio estatal, tampoco. Sabemos que "todos los ciclos de ayer ya los ciclones de hoy" porque, tras miles de acciones, denuncias, protestas, estudios, comunicados, publicaciones y manifestaciones, pero, sobre todo, tras veinte años de esfuerzo contracorriente para alcanzar unas sociedades más justas y conseguir un entorno mejor para todos los habitantes del planeta, han sido no pocos los fracasos, pero también muchos los éxitos. La situación planetaria no es sencilla, pero Ecologistas en Acción tenemos muchos motivos para celebrar estas dos décadas de vida.

viernes, 27 de abril de 2018

MIEDO: ESPAÑA DE MIERDA (Por Albert Pla).

Sus palabras también son las mías. No se puede definir mejor lo que me inspira ese patriotismo de mierda, de pulseras con banderitas, cuentas en Suiza y corrupción y choriceo continuo. Estoy con Albert Pla y compraré su libro (España de Mierda) e iré a ver su obra de teatro (Miedo).

Dejo su artículo publicado hoy en eldiario.es:


Los caminos de la promoción son inescrutables. Estoy en el Teatro Nuevo Apolo en Madrid hace un mes, presentando 'Miedo'. Y la mayoría de medios de comunicación no nos han hecho ni puto caso. Pero esta semana cambió todo. Me pasé toda la semana promocionando accidentalmente mi libro 'España de mierda'. Que fue igualmente ninguneado hace dos años.
Resulta que un cantante que representará a España en Eurovisión, ha regalado a otra cantante el libro, y se ha armado la marimorena. Los pobres han tenido que salir a dar explicaciones. Les han dicho que no se puede representar a España en Eurovisión y regalar un libro que se llame España de mierda. A mí también me han pedido explicaciones. Alucinante. Igual esperaban que pidiera perdón por cantar o por escribir. Vaya chorrada. Otra prueba más de que el título de mi libro no va desencaminado.
Más que nunca, este país es una mierda, y es una mierda precisamente por eso.
Para ser sincero, también me importa una mierda Eurovisión. Y dicho sea de paso, también me importa una mierda el himno nacional, el mundial de fútbol, las procesiones de Semana Santa y la cabra de la legión. Y me parece una mierda que a los que nos parezca una mierda todas estas mierdas se nos trate como a mierdas.
Es una mierda y lo diría más a menudo, pero tengo miedo a decirlo.

Me callo. No grito lo que todo el mundo sabe. Tal vez tengo miedo de los culpables. 
Tengo miedo porque sé que son capaces de todo. Son gente que para no ir a la cárcel, meten a otras gentes en la cárcel. Tal vez sea eso lo que me hace tener miedo a cosas que antes no temía.

Tengo miedo a la democracia. Tengo miedo a la libertad. Tengo miedo a la Constitución. Tengo miedo a la ley y a la justicia. Tengo miedo de mi propio país.
Tengo miedo de los partidos políticos, de los parlamentarios, de los senadores, del rey y de su padre, y de sus hijos, y de la reina y de sus primos. Tengo miedo de los militares, de los policías, del tribunal constitucional y del tribunal supremo. Tengo miedo de los banqueros y de las corporaciones económicas.

Tengo miedo de los cascos, de las porras, de las togas, de las corbatas, de los uniformes, de la peluquería, del maquillaje y de la cirugía. Tengo miedo de los trajes y los vestidos elegantes, de la constitución, de los putos protocolos, de los cardenales, de los monumentos, de las iglesias, de las hipotecas, de los canales de televisión y de los presentadores de televisión, de las radios y de los locutores de radio, de los periódicos y de la gente que los maneja, porqué hacen sentir miedo hasta a mis amigos más valientes.
Y tengo miedo de tanta y tanta y tanta publicidad. Y de que sea todo tan invasivo y que no haya lugar para nada mas en esta mierda de país que reírles las gracias a estos desalmados que se nos cuelan hasta en la sopa. Y tengo mucho miedo de sus guardaespaldas. Tengo miedo a este monstruo que silencia todo lo hermoso. Tengo miedo de ser vuestra víctima o ser el culpable de algo.
A veces desearía poder cagarme en el gobierno y en los poderosos, como cuando hablo con un barman, con un taxista, o con un amigote. Debería poder decir bien alto que este país es una puta mierda y que me cago en estos  'hijosdeputadelaconchadesureputamadre'. Pero tengo miedo.
al margen de vuestra locura. Sin nombraros. Ignorando la rabiosa actualidad que tanto os preocupa. Deseando que mientras dure la función alguien consiga olvidarse de toda esta mierda, aunque solo sea durante una hora y media.

Seguiré intentando que la gente vuelva al teatro después de ver 'Miedo'.  O vuelva a leer un libro después de leer 'España de mierda'.
Y tú no te enfades, que no te estaba hablando a ti.


martes, 27 de marzo de 2018

SEMANA SANTA EN UN PAÍS ACONFESIONAL.

Pues eso, como manda huevos, siempre viene bien exorcizarnos contra tanta procesión con el famoso vídeo de Monty Python y su always look on the bright side of life:





miércoles, 7 de marzo de 2018

miércoles, 14 de febrero de 2018

JUECES DE MIERDA Y CATÓLICOS DE MIERDA (Por Aníbal Malvar).

Tremendo Aníbal Malvar:


A mí me da un poco de cosa insultar a la gente, pues mi madre es mujer culta y de origen humilde, y quizá por eso me enseñó formas, talantes y manieras. Pero algunos jueces y católicos de España son, y han sido siempre, una banda de hijos de puta. Unos mafiosos. Pistoleros contra el humor, la belleza y la inteligencia. Los curas se han follado a centenares de miles de niños, y nadie ha dicho nada. Y ahora los jueces, un mierda de juez de Jaén, un tipo o tipa que debería estar pintando palotes en un cuaderno infantil, un fascista asqueroso, un gilipollas, un castrato intelectual, una cagada de persona, una excrecencia ética, un esputo en la frente de la evolución humana, va y condena a un chaval a pagar quinientos pavos por haber subido en las redes una foto suya caracterizado de Cristo.
No encuentro en Internet el nombre o la nombra de este juez, que, si no, aquí lo pondría.
El chaval ha aceptado pagar 480 euros. Diez días de jornal vareando aceitunas. No es una metáfora. El chaval condenado se dedica a varear aceitunas. Estoy seguro de que ese hijo de puta de juez no sabe lo que es varear aceitunas.
El chaval ha dicho que no quería ofender a nadie.
¿Quién se siente ofendido?
Unos mierdas despreciables conocidos como la Hermandad de la Amargura, católicos yihadistas de la estupidez gregaria, lo denunciaron. ¿Por qué? Esa no es la pregunta. La pregunta es cómo un juez puede admitir tan alocada demanda. Y que lo declare culpable. ¿Dónde estamos, compañeros?
¿Por qué no decimos nada nosotros?
¿Por qué no hacemos nada nosotros, cuando la diferencia entre decir y hacer, en democracia, no es tan grande?
¿Qué hay que hacer?
Supongo que la mierda esa de la Hermandad de la Amargura me denunciará por llamarlos no sé… A pesar de mi gran léxico, no se me ocurre cómo adjetivar a estas heces bazofieras.
Dejamos que esos putos integristas católicos sigan condenando gente, como en el franquismo y la inquisición. Y nos quedamos tan tranquilos. Son solo 480 euros. Idos a la mierda, pazguatos. Esos 480 euros le suponen al chaval diez días vareando aceitunas. ¿Habéis visto algún día a alguno de la Hermandad de la Amargura vareando aceitunas?  Yo lo hice de joven, y es duro.
Los paletos y los indocumentados no saben que la Iglesia recibe de media unos 10.000 millones de euros anuales de nuestros impuestos, entre subvenciones, exenciones y otras prebendas (ni siquiera cotizan las entradas en sitios como la catedral de Santiago, que es mi pueblo; compraron la mezquita de Córdoba por 30 euros: ¿Por qué tú no la pudiste comprar por ese precio?).
Mi directora me va a echar, pues este artículo semanal va sobre lo que se dice en los periódicos. Y no he visto el tema en ninguna portada. Jefa, ¿puedo escribir también sobre lo que no he podido leer en los periódicos?
Vale.
Quedo despedido.


Publicado el 10 de febrero de 2018 en publico.es: http://blogs.publico.es/repartidor/2018/02/10/jueces-de-mierda-y-catolicos-de-mierda/