En aquellos años
cuando las chicas
te ponían colorado
y los amigos
eran para siempre.
Cuando la inocencia
era el camino invisible
que guiaba sin saberlo
la conducta.
Cuando los dolores del alma
producían retortijones
en el estómago.
Cuando el tiempo
únicamente existía
en los relojes.
En aquellos años
feroces,
llenos de gritos,
pero también de llantos
silenciosos.
Cuando la vida
era una montaña rusa
y la muerte
solo un sueño.
Cuando nada era cierto
porque nada estaba claro
(como ahora).
Cuando la frustración
y el desencanto
te miraban
desde el espejo.
Cuando tan solo
era un proyecto
de lo que ahora soy.
Cuando el máximo
anhelo
era la huída.
Cuando no sabía
lo que quería
pero sí lo que no quería.
Cuando el mejor
refugio era meter
la cabeza
bajo la almohada.
En aquellos años
en lo que todo
era una mierda
pero cuando más
risas me eché
y más feliz fui.
En aquellos maravillosos años
en los que estaba tan perdido
como lo sigo estando ahora.
A ti,
mi adolescencia
que vuelves en la distancia
recordándote...
Yesterday,
Now I need a place to hide away…
Mañana es mi cumpleaños, y el tema de esta poesía es lo que vengo pensando hace unos días. Con tu permiso, comparto la entrada ;)
ResponderEliminarFelicidades, amigo. Aunque con un poco de retraso. Tienes permiso, por supuesto.
EliminarSaludos.