Han pasado ocho meses desde que Rajoy & Company ganara las elecciones y las condiciones de vida de la mayoría no solo no han mejorado, sino que empeoran cada día. El pasado martes, sin ir más lejos, declaró en el Congreso que seguiremos en recesión y que no podía crear empleo además de reconocer que no somos libres para elegir nuestro futuro… ¡Viva la democracia, y viva el vino!!!!
Durante este tiempo, además, nos ha abofeteado con reformas que no estaban en el programa electoral y que vienen a profundizar lo que ya hiciera el mal gobierno de Zapatero. Bankia se ha nacionalizado con la intención de ocultar un estafa que está siendo juzgada y el gobierno sigue protegiendo a los responsables. Los desahucios se suceden mientras miles de viviendas se encuentran vacías. No existen políticas de empleo, ni se ataca el fraude fiscal y el sacrificio solo recae sobre los ciudadanos de a pie que ven como su bienestar se desvanece a cambio de nada.
Se nos ha mentido aprobando medidas que prometió que no llevaría a cabo, como la subida del IVA, el copago farmacéutico o firmar un rescate. Incumpliéndose todo lo prometido en su programa electoral. Teledirigido desde la Troika y el Banco Central Europeo, el PP de Rajoy, se limita a reproducir las órdenes que le envían para garantizar un rescate que debiera ir a la ciudadanía pero que sin embargo va de nuevo a los bancos.
Crece el miedo entre la ciudadanía y es normal ante todo lo que está pasando; pero el temor, la angustia y la rabia no deberían impedir reconocer algo tan sencillo como que las políticas del PP y del PSOE no se diferencian. Ambos partidos han beneficiado solo a las élites financieras y empresariales frente al resto; la mayoría, pues no tienen una propuesta para resolver la crisis que vaya más allá de su propia supervivencia. Por supuesto tampoco quieren saber nada del grave problema de la corrupción.
Tenemos por tanto la responsabilidad ciudadana de expresar nuestra opinión sobre lo que está pasando y seguir estando dispuestos a gritar “no nos representan”, pues solo así pondremos nuestra soberanía frente a esas políticas de austeridad que no van a sacarnos de la crisis, sino a empobrecernos más aun pues ¿quién confía en la casta política después de lo que está pasando? Tal vez necesitemos una nueva constitución, con nuevas normas que devuelvan el poder a los ciudadanos.
Porque la inmensa mayoría de la población no ha vivido por encima de sus posibilidades; se prestó un dinero envenenado a crédito mientras los sueldos perdían poder adquisitivo y cuando llegó la crisis llegaron los despidos, el cierre de pequeños comercios y negocios porque nadie vino a rescatarnos como sí se ha hecho con los bancos.
No somos responsables de esta crisis; han sido otros los que se han enriquecido especulando en bolsa o mediante la burbuja inmobiliaria. Todos queremos que los culpables (políticos y banqueros) sean juzgados y condenados. Todos queremos el mayor bienestar para nosotros y la gente que nos rodea. Todos queremos que la democracia sea devuelta a sus legítimos dueños.
¡QUE SE JODAN ELLOS (POLÍTICOS, BANQUEROS, EMPRESARIOS SIN ESCRÚPULOS Y, SOBRE TODO, ANDREÍTA FABRA!
es que, qué bonito, lo último que nos faltaba por oír.
ResponderEliminarUn saludo para el blog.