Welcome to the Inopia.

Más allá de Orión, la Puerta de Tanhauser, los Cerros de Úbeda, la cara oculta de la luna, Babia y más lejos todavía de donde Cristo perdió el gorro andan a la deriva, o más bien naufragan, mis pensamientos y reflexiones sobre las más que recalentada realidad que nos abrasa todos los días. Por eso, cuando todo se emborrona y pareciera que nada tiene sentido, me exilio en la Inopia, lugar donde encuentro el hilo de Ariadna al que agarrarme si quiero encontrar la salida del laberinto.


Sitio desnuclearizado

viernes, 27 de septiembre de 2013

20 SEGUNDOS.




¿Estás sola?

No. Me acompaña esta copa.

Joder. Solo preguntaba.

Ya. Solo respondía.

Si quieres podemos hacer un trío.

Mira, eso ha tenido gracia. Pero no me gusta compartir pareja.

Ok, entonces pediré otra copa.

Que sean dos la mía está casi vacía.

No te gusta compartir pareja pero sí cambiarla
.
En esencia es la misma copa pues estará llena del mismo licor.

Eso mismo dijo mi mujer cuando me engañó con otro.

No entiendo.

Que no era un engaño propiamente dicho ya que en esencia seguía estando con la misma persona.

Que hija de puta. Pero tiene gracia. Todos los tíos sois iguales. Será por eso.

Será, pero a mí no me hizo ninguna gracia.

Anda, paga las copas y vámonos a tu casa
.
Ya no es mi casa. Es de mi mujer.

Joder. También se quedó con la casa. Bueno pues vamos a la mía.

Gracias. Prometo enamorarme de ti tan solo 20 segundos.

¿Por qué 20 segundos?

Es el tiempo que tardaré en correrme después de que lo hayas hecho tú.


Ok. Es todo el amor que necesito esta noche.

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