Me gustaría que visualizarais la
siguiente escena. Ella está arrodillada, semidesnuda, con la cabeza inclinada
hacia el inodoro, con las manos agarradas a sus bordes. Su melena cae lacia casi
tocando el agua sucia. A su lado, tirada en el suelo, una fotografía donde
aparece ella, con la mirada perdida, junto a un hombre.
No está sola, en la cama hay alguien, que
parece estar dormido, ajeno a la escena del baño. Momentos antes hicieron el
amor, o mejor dicho follaron, pues en sus movimientos, en sus caricias, en toda
la cópula no hubo ni un solo atisbo de amor. Solo deseo, furia, tormenta de
sexo sin tapujos, ciclogénesis explosiva.
Cuando el agotamiento trajo la calma él quedó
dormido, mientras ella, tendida boca arriba, todavía miraba al techo pensativa.
Unos minutos después se incorporará para ir al baño.
Afuera es noche oscura, sin luna ni
estrellas. Los nubarrones que la ennegrecen, más si cabe, descargan con
inusitada violencia y un estrépito excesivo la tormenta anunciada hace días.
Todavía en el baño la mujer vomita su
angustia, su miedo, dejando sus vísceras vacías de remordimientos.
Ya en calma, mira la fotografía y, tras
susurrar entre dientes algo
ininteligible, la hace pedazos.
Podéis leerlo también en la web de microrrelatos: http://estanochetecuento.com/ciclogenesis-manu-garpe/
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