Siempre estaré
Aunque te pierdas
Aunque te caigas
Marcaré
Los puntos cardinales
En el mapa de tus caderas
Purificaré tu saliva
Desatando el viento del sur
Con mis labios azotados
Por mares convulsos
En tu cuello naufragaré
Para tomar aliento
Y será cuando
Mi tacto
Fiel esclavo
Esperará paciente
Lo que ordenes
Y si no dices nada
Y te dejas hacer
Te daré entonces
Un revuelto de abrazos
Salpicado
Por un mucho de ternura
Y un poco de sudor
La punta de mi lengua
Te erizará el vello
Y te soplará el corazón
La punta de mi lengua
Trampolín último
De mis lascivas intenciones
Te construiré también risas
Y un catálogo de placeres
Para que elijas
Para que me digas
Lo que quieres y también
Lo que no quieres
Y por último
Con mis manos
Restos de mi cuerpo aun no ofrecido
Abarcaré el oro blanco de tu piel
Para que
Con la sabiduría de estos dedos ajados por el tiempo
Transformen
El interior de tus muslos
En rocío salado de un mar de otoño.
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