País este que diría Forges, de caricaturas donde la realidad es cada vez más parecida al mundo que nos refleja en sus viñetas. Pasen y vean:
País este donde un ministro de derechas anuncia que se va a volver a la Ley del Aborto de 1985 argumentando que es la acción más progresista que se puede realizar en este asunto.
País este donde según una columna de Vicenç Navarro del pasado octubre en la que habla de varios artículos del New York Times sobre el fraude de las grandes fortunas en España suponen un 74% de la defraudación total. El Estado español deja de ingresar de esta forma casi la misma cantidad que su deuda pública en servicios sociales. Es decir, si esos defraudadores pagasen lo que deben no tendríamos casi déficit en educación, sanidad, dependencia, etc. Entre los que defraudan hay grandes nombres de la política y la economía españolas. Uno de esos nombres es el de Emilio Botín. Según esos artículos, nada comentados en España, tiene unos 2.000 millones de euros no declarados en un banco suizo.
Pero por si esto fuera poco en 2012, en nuestro país se destruyen más de 9000 empleos diarios. Sólo en enero, se ha ido al garete más de 177.000 puestos de trabajo, la peor cifra en este mes desde 1997. Por primera vez hay menos de 17 millones de personas con trabajo, llegando a tener un porcentaje de desempleo mayor que Grecia y donde casi 1 de cada dos jóvenes en España están en paro, casi un 50%.
País este donde presumimos de una democracia donde se vulneran de manera fragante derechos tan fundamentales como el trabajo y la vivienda, y donde estamos gobernados en muchos casos por caciques inoperantes y corruptos que han reducido ésta a un simulacro que se celebra cada cuatro años.
País este donde según “el balance de 2011” del Banco Santander, del señor Botín, ha obtenido un beneficio neto de 5.351 millones de euros, el Banco Popular ha registrado un beneficio neto de 479,6 millones de euros y se calcula que el BBVA que presentará en breve sus cuentas, habrá ganado 4.051 millones. Mientras, 1 de cada 4 españoles está en situación de pobreza y 11 millones subsisten con dificultades, según un informe publicado el mes pasado por la Red Europea de lucha contra la pobreza y la exclusión social.
Y donde sólo en un país como el nuestro, una empresa con capital público despide a 2.400 trabajadores de la noche a la mañana y donde se le siguen (a pesar de la crisis) pagando a la Iglesia 13 millones de euros mensuales para que un arzobispo en Tarragona se permita la desfachatez de decir que los homosexuales no son apropiados para la sociedad.
Sólo en nuestro país se le ocurre a un político, la nueva alcaldesa de Madrid, Ana Botella, pedirles a los ciudadanos en paro que trabajen de voluntarios en los servicios públicos. Parece que la señora Botella confunde servicio público con que le hagan el servicio gratis. Pensará que así soluciona el problema del paro porque los parados estarán ocupados. Ella podría dar ejemplo y renunciar a su sueldo como alcaldesa ya que no ha sido elegida, se ha presentado voluntaria.
País este donde el primer condenado por una gigantesca trama de corrupción que afectaba a las instituciones públicas era el juez que les había imputado y donde varios políticos habían salido absueltos por un jurado popular en la misma causa. Pero además es que los errores de procedimiento por los que habían condenado al juez podrían dar al traste con todo el proceso y acabar con los imputados en la calle.
País este donde el pasado viernes se aprobó una reforma laboral donde, entre otras cosas, los empresarios podrán despedir a la carta además de bajar el sueldo de sus trabajadores como el que le baja la paga a un niño porque no se ha portado bien durante la semana.
Y esrto no son nada más que unos pocos ejemplos pero como siga esto así habrá más "españoles por el mundo" que en la propia España. Sálvese quien pueda…
Y que ¡viva el vino! como diría el Sr. Rioja, digo el Sr. Rajoy.
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