Welcome to the Inopia.

Más allá de Orión, la Puerta de Tanhauser, los Cerros de Úbeda, la cara oculta de la luna, Babia y más lejos todavía de donde Cristo perdió el gorro andan a la deriva, o más bien naufragan, mis pensamientos y reflexiones sobre las más que recalentada realidad que nos abrasa todos los días. Por eso, cuando todo se emborrona y pareciera que nada tiene sentido, me exilio en la Inopia, lugar donde encuentro el hilo de Ariadna al que agarrarme si quiero encontrar la salida del laberinto.


Sitio desnuclearizado

martes, 26 de junio de 2012

¡EUROVEGAS NI EN MADRID, NI EN BARCELONA!

Mañana martes, 26 de Junio, visita Madrid Sheldon Adelson promotor del complejo conocido como “Eurovegas”, después de haber pasado el día de hoy, 25 de junio, en Barcelona. Esta visita tiene como finalidad continuar la presión que la empresa está ejerciendo a las administraciones con el fin de situar el macro complejo en la comunidad que le ofrezca mayores privilegios. Para septiembre se tiene previsto decidir en qué comunidad se instalará esta “aberración urbanística”.

Mientras tanto, se va abriendo camino entre la ciudadanía, con alto grado de incredulidad y confusión, la polémica acerca de dicho macro-proyecto obra del magnate Sheldon Adelson. Con todo el oscurantismo que hay alrededor la opinión pública está todavía lejos de captar la extrema nocividad que, para la justicia social y medioambiental, representa el proyecto de Eurovegas. Mientras tanto, el gobierno autonómico y los municipales de Alcorcón y Madrid, junto a poderosos grupos de presión mediáticos y empresariales, hacen gala de servilismo y demagogia. Servilismo hacia el que ellos creen maná inversor americano; demagogia hacia una ciudadanía traumatizada por el desempleo, enarbolando la promesa de miles y miles de puestos de trabajo.

Pero la realidad es que ni lo uno, ni lo otro. Pues lo que resulta indiscutible es que, si Eurovegas acaba recalando entre Madrid y Alcorcón, su construcción arrasará con una zona que hasta ahora, mal que bien, se había ido librando de atropellos urbanísticos. Esto ya sería una sobrada razón para que un gobierno democrático y responsable con el cuidado del entorno y los derechos ciudadanos vetase tajantemente el proyecto. Pero hay mucho más de tras de algo que se nos presenta como la solución a todas las penurias económicas y laborales de la región:

• La violación de los derechos laborales y sindicales derivados de la puesta en marcha de este proyecto, que anularía el Estatuto de los Trabajadores y las garantías que éste supone.
• La absoluta falta de equidad y el atentado contra el principio constitucional de justicia fiscal que plantea el proyecto, que generaría un “paraíso fiscal” y un régimen de tributación prácticamente nulo.
• La continuidad en la cesión de derechos sociales y económicos en favor del capital como fórmula neoliberal para salir de la “crisis”.
• La aportación de cifras de empleo inviables y la instrumentalización del “chantaje del empleo” para evitar resistencias y críticas de la sociedad civil a iniciativas empresariales que sólo benefician a una minoría.
• El avance en el deterioro ambiental en nombre del “progreso” y el “desarrollo”, los impactos medioambientales que supondría el proyecto en material de infraestructuras, sobreexplotación y cambio de uso de recursos, incremento de residuos, posible afección a espacios naturales protegidos o transformación insostenible del territorio.
• El riesgo de apertura a las mafias vinculadas con la trata de mujeres y niñas y a la perversa legitimación de la explotación sexual de las mujeres en nombre del ocio.
• Cualquier cambio en el marco legislativo vigente que sólo persiga garantizar beneficios económicos a los inversores, por encima de los intereses del conjunto de la ciudadanía.
• La posibilidad de instalar en territorio español una “zona franca” que favorezca el blanqueo de capitales, el fraude y el beneficio económico a toda costa.
• La connivencia público privada para la puesta en marcha de una iniciativa injusta, insostenible e ilegal que cambiaría radicalmente la fisonomía de la economía, la sociedad y el medioambiente del lugar de destino.

Porque la ciudad no debe ser sólo un ámbito de acumulación capitalista, pues al tiempo que decrece la actividad productiva, la apuesta por una oferta turística masiva se convierte en el único horizonte económico que vislumbran las autoridades, y así la ciudad se convierte progresivamente en un mero escaparate y parque temático. Paralelamente, las restricciones presupuestarias paralizan la realización de equipamientos, se degradan los servicios públicos, crecen las desigualdades sociales, se aniquila el medio ambiente. Y esta deriva neoliberal conlleva una gestión cada vez más restrictiva de la ocupación del espacio público, criminalizando disidencias y tratando como problemas de civismo manifestaciones de miseria social, como la pobreza o la prostitución.

Construir un “Megaparque del juego” en los alrededores de Madrid significa un claro y nuevo empujón regresivo, además de suponer un elemento de arrastre de la economía especulativa. Un proyecto que nada tiene que ver con lo que se entiende como ciudad justa y solidaria. El oscurantismo de las negociaciones en curso constituye en sí mismo un insulto a la ciudadanía, una rotunda negación de la democracia participativa. Las exigencias formuladas por “Las Vegas Sands” van en el sentido de obtener de las autoridades un auténtico territorio de excepcionalidad jurídica donde no rijan las normativas medioambientales, de derechos laborales, de contratación de mano de obra extranjera, fiscales, de salud pública o de urbanismo actualmente en vigor. Sin contar con las costosas infraestructuras, a cargo del erario público, destinadas a facilitar los accesos al complejo de casinos, hoteles, franquicias y campos de golf proyectados.

Por lo tanto se debería exigir el abandono de manera urgente de la negociación sobre Eurovegas y la posibilidad de conversaciones sobre proyectos similares a éste. Ser transparentes en cuanto a los contenidos y procedimientos de negociación y abrir cauces para la participación democrática de la ciudadanía en la toma de decisiones políticas y en la discusión sobre el modelo de desarrollo.

Promover un modelo productivo y de consumo que sea socialmente justo, económicamente equitativo y medioambientalmente sostenible que no replique ni profundice las desigualdades. No instrumentalizar el drama del desempleo para imponer iniciativas empresariales altamente impactantes y que sólo benefician a minorías privilegiadas.


Mucha más información en: http://eurovegasno.blogspot.com.es/


¡Eurovegas ni aquí, ni en ningún sitio!

viernes, 22 de junio de 2012

LA DICTADURA DE LA ESTUPIDEZ.

La democracia ha muerto, más bien murió hace tiempo pero aún seguimos velando su cadáver. Y no hemos salido aun del tanatorio ni para enterrarla o incinerarla, esto último seguro que más estético. Quizás porque no queremos asumir lo irreversible de la muerte. Es como si estuviéramos esperando a que viniera una especie de Cristo para decirle: levántate y anda. Si es así, mejor esperar sentados…

Y está muerta porque lo que se construye sobre la mentira termina por caer. Partamos de una verdad de sencillez apabullante pero no por ello menos cierta: nuestra democracia es mentira (y creo que la mayor parte de las existentes en el mundo también lo son), y los políticos que deberían trabajar para que no lo fuera se han convertido en unos comediantes al servicio de la gran farsa. Y como en toda tragicomedia el final que ha llegado no es nada feliz: la muerte de la democracia, que alguien la empujó por la ventana como al personaje anarquista de Darío Fo.

Y es mentira por otra verdad como la copa de un pino, más todavía diría yo, tan grande como todas las copas de todos los pinos del mundo, sean de repoblación o autóctonos: que la culpable de que la democracia se haya convertido en una gran mentira la tiene el capitalismo voraz y sin control y su más siniestro y mortal instrumento de aniquilación llamado mercado.

 Y partícipes y responsables de esta gran farsa democrática en la que vivimos son partidos políticos (los que se autodenominan de izquierdas y socialistas, los de derechas, los de centro, los liberales, todos), sindicatos, patronal, medios de comunicación de masas y, por supuesto, ese ejército de votantes “narcotizado” que cada cuatro años cumple religiosamente con el ritual del voto, que no sirve para otra cosa más que para perpetuar este sistema corrupto e indecente llamado sistema democrático, que no es otra cosa más que una dictadura encubierta: la de los mercados, quienes son los que en realidad mandan.

 Por eso deberíamos pedirle a los políticos que nos devuelvan su voto: si estamos en una dictadura y quien manda es el mercado, es evidente que ellos no sirven para nada y deberían tener la decencia moral de devolverlo. El voto que se les dio para ejercer su labor democrática, para servir a los ciudadanos, para garantizarles los logros y ayudas sociales que tanto tiempo costó conseguir. Y es eso lo que se les debería empezar a exigir y no dejar que nos callen, que nos idioticen (más todavía), que nos sometan.

Dictadura de los mercados visible, cada más tangible pero también dictadura de la idiotez, esta menos visible y algo más intangible pero impunemente impuesta a través de cualquier medio que esté a su alcance. Pues esta dictadura es como un virus, que no ves pero que se va adueñando de tus células, y sobre todo de tus neuronas, una a una hasta contaminarlas por completo. Y no hay antibiótico capaz de acabar con este virus, pues va mutando, cambiando de aspecto, de medio de propagación. Solo unos pocos logran escapar del contagio haciéndose inmunes a la estupidez por medio de la inteligencia, algo que ni se vende ni se compra en ninguna farmacia….

Y toda esta parrafullada me sirve de excusa para dejar este video de Pablo Hesél que rapea muy certeramente sobre lo dicho anteriormente. Quizás este sea un buen remedio natural para prevenir el ataque del virus de la idiotez…



miércoles, 20 de junio de 2012

BANDERAS COLGADAS EN VENTANAS Y BALCONES.



Navego un día tras otro a través de esta otra realidad (que en nada desmerece a la “original”) que discurre entre las fronteras del espacio y del tiempo llamada procelosa mar de las ondas cibernéticas, y parece que nunca fuera a llegar el ansiado momento, aquel que suceda cuando vislumbre, tierra a la vista, y no dude ni por un instante, de que lo que por fin veo a lo lejos, es mi anhelada y querida utopía. Mientras eso sucede, seguiré anclando este navío en la Inopia, único lugar de estas enmarañadas aguas donde encuentro relativa paz…

Pero antes de echar amarras, esta nave y su tripulación (que no es más que el que escribe), ayudados por la magia de la procelosa mar de las ondas cibernéticas, seguirá navegando y anotando en su cuaderno de bitácora todo aquello que encuentre interesante, pues solo necesito de las cualidades del éter cibernético para romper los obstáculos que la soledad interpone entre todos los que nos hayamos navegando.

A pesar de la nobleza de lo que persigo, no dejo de observar y analizar otras cosas, llamémoslas más mundanas. Como el campeonato de Europa de selecciones nacionales de fútbol que se está desarrollando durante estos días. Y no, no se trata de hacer crónica deportiva, líbrenme los dioses de ello, si no de comentar cierto ritual paralelo que acontece a la vez que los partidos. Me refiero a ese fervor patrio que inunda ventanas y balcones de nuestras ciudades (con menor grado en aquellas regiones donde el nacionalismo está más alejado del llamado “españolista”). Banderas monárquicas decoran y elevan el espíritu patriótico sin tener en cuenta lo que simbolizan, pues no son precisamente, y esta ocasión, un grupo de fachas exaltado los que las colocan, si no que son ciudadanos, me atrevería a decir, de todas las ideologías y condiciones sociales los que se ven imbuidos por lo colores rojigualdas.

Pero para alguien como el que escribe y navega, para quien este símbolo es algo más que una forma de sentirse identificado con un equipo de fútbol, y por mucho que represente a un país, el mío mal que me pese dadas las actuales circunstancias, nunca colgaré una bandera española monárquica en mi balcón.

Porque siempre no está de más recordar que en España hubo una guerra civil donde, bajo esa bandera, se produjo un alzamiento fascista contra un gobierno legítimamente elegido en las urnas. Contra el alzamiento franquista se combatió con otras banderas, la tricolor republicana, la roja o la rojinegra. Está de actualidad las miles de personas que todavía permanecen enterradas en cunetas mientras que sus ejecutores, los tristemente vencedores de aquella guerra, blandieron la bandera rojigualda (hasta la muerte del dictador fascista, Franco, con el escudo de la “gallina”) manchada con la sangre de los masacrados del bando republicano, el que representaba la legalidad democrática, durante 40 años de dictadura fascista.

Y esa bandera que simbolizó el poder dictatorial del general Francisco Franco siguió tras su muerte, cambiando la “gallina” por el escudo borbónico, en la llamada transición, que no fue tan perfecta como cuentan las crónicas, pues siguieron, y siguen, durante bastantes años las amenazas de un “contrapoder en la sombra” de corte ultraconservador.

Esta bandera, después de más de 30 años desde la muerte del dictador Franco, sigue representando a un estado que, al contrario de otros de nuestro entorno, no pasó una etapa de construcción libre del estado-nación, ya que en nuestro país se diseñó un estado a la medida del poder liberal-conservador que, entre otras muchas cosas, y por mucha división autonómica que tenga, impide el libre ejercicio del derecho a decidir cómo quieren relacionarse entre sí los distintos pueblos-naciones del Estado, negando incluso, un desarrollo descentralizador y federalista del mismo y perpetuando un sistema monárquico rancio y anacrónico.

Por todo ello y como dijo el cantante de Extremoduro "las banderas de mi casa son la ropa tendía" o como dijo Albert Pla porque “siempre me he cagado en las dinastías y en las patrias Putas la banderas sucias
los reinos de mierda y la sangre azul”. Amén.

Sigo navegando, y sigo mutando, el entorno y la apariencia cambian a medida que avanzo (como no podía ser de otra forma en este mundo concebido por unos y ceros), y lo único que me inquieta, la incertidumbre que marea mi cabeza es saber, en qué estado llegaré (tras recorrer tantos mares turbulentos) a ese día, en el que dé con mi querida y anhelada Utopía…

lunes, 18 de junio de 2012

CAPITALISMO VERDE.


Estamos ante una nueva ofensiva del capitalismo global cuyo objetivo es privatizar y mercantilizar masivamente los bienes comunes que tienen en la llamada economía verde a su máximo exponente. Pues precisamente, en un contexto de crisis económica como el actual, una de las estrategias del capitalismo transnacional para aumentar sus tasas de ganancia consiste en privatizar los ecosistemas y convertir todo aquello que se pueda extraer de los mismos en mercancía.

Los gobiernos que se van a reunir a partir del día 20 en la Conferencia de Río+20 pretenden impulsar este tipo de economía verde como supuesta “fórmula mágica” para resolver las crisis del planeta. Pero detrás de este concepto, aparentemente positivo, se esconde un paso más hacia la apropiación y privatización de bienes comunes, y cada vez más escasos, como el agua, la tierra, los bosques… profundizando más en la crisis ambiental y limitando aún más si cabe el acceso a los recursos a gran parte de la población.

Dos décadas después de la Cumbre de la Tierra de la ONU que en 1992 tuvo lugar en la misma ciudad, no sólo no se ha conseguido frenar el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, parar la deforestación… sino que, por el contrario, estos procesos no han hecho sino agudizarse e intensificarse. Asistimos, pues, a una crisis ecológica sin precedentes, que amenaza el futuro de la especie y de la vida en el planeta.

Una crisis medioambiental que evidencia la incapacidad del sistema capitalista para sacarnos del callejón sin salida a la que su lógica del crecimiento sin límites, del beneficio a corto plazo y del consumismo compulsivo nos ha abocado. Una incapacidad para dar una salida real que ya se pudo constatar claramente tras las fallidas cumbres del clima de Copenhague (2009), Cancún (2010), Durban (2011) o en la cumbre sobre biodiversidad en Nagoya (Japón en 2010), donde se acabaron anteponiendo intereses políticos y económicos particulares a las necesidades colectivas de la población y al futuro del planeta.

Por eso, la Economía Verde se nos presenta como el nuevo filón para los mercados financieros, donde los inversores internacionales están llamados desde la ONU a financiar la transición hacia este nuevo capitalismo verde, lo que puede dar lugar a nuevas burbujas especulativas, esta vez de los recursos naturales.

Porque muchos de los proyectos que actualmente se venden como verdes o sostenibles no son otra cosa que un paso más en la profundización del modelo insostenible actual. Pues en dichas cumbres no se han planteado más que falsas soluciones al cambio climático: soluciones tecnológicas, desde nucleares, pasando por los agrocombustibles hasta la captura y almacenamiento de CO2 bajo tierra, entre otras. Medidas que han intentado esconder las causas estructurales que nos han conducido a la crisis ecológica actual y que buscan hacer negocio con la misma y que no harán sino agudizarla. Así, se nos dice que la fractura hidráulica es supuestamente una energía de transición por las menores emisiones del gas, la captura de carbono se nos vende como una forma de avanzar a una economía baja en carbono a pesar de que perpetúa el modelo energético, los biocombustibles son anunciados como sostenibles a pesar de los fuertes impactos sociales y ambientales que tienen en los países del Sur, los trenes de Alta Velocidad se venden como transporte limpio a pesar de todos sus impactos, los transgénicos anuncian un falso mundo sin pesticidas, etc.

Veinte años más tarde nos quieren hacer ver que la economía verde es una salida a la crisis económica y ecológica y no es más que otra gran mentira. La economía verde sólo buscar hacer negocio con la naturaleza y la vida. Se trata de un modelo de especulación pura y dura de los recursos naturales, aquellos que aún no están privatizados para transformarlos en mercancías de compra y venta.

Por todo esto, una solución real implicaría un cambio radical en el actual modelo de producción, distribución y consumo que se contraponga a la lógica productivista del capital. Y así, tocar el núcleo duro del sistema capitalista donde sus promotores son, precisamente, aquellos que nos han conducido a la situación de crisis en la que nos encontramos: grandes empresas transnacionales, con el apoyo activo de gobiernos e instituciones internacionales.

Asistimos a un nuevo ataque a los bienes comunes donde quienes salimos perdiendo somos la mayoría del población del planeta y especialmente las comunidades indígenas y campesinas del Sur, que son precisamente las garantes de la conservación y cuidado de los ecosistemas más amenazados, quienes serán expropiadas y expulsadas de sus territorios en beneficio de las multinacionales que buscan hacer negocio y expolio de los mismos.

Por tanto, tenemos el reto de restituir otra manera de relacionarnos con la naturaleza, pues es nuestro deber y nuestro derecho, oponiéndonos decididamente a la mercantilización de la tierra, del agua, de las semillas, de los alimentos, de la naturaleza y de la vida humana. La humanidad está frente a una gran disyuntiva: continuar el camino del capitalismo, la depredación y la muerte o emprender el camino de la armonía con la naturaleza y el respeto a la vida. La respuesta está en nuestras manos: decir no y desenmascarar a un capitalismo y a una economía que se tiñe de verde, para seguir siendo por dentro del gris más oscuro.

Más información en:  www.ecologistasenaccion.es

viernes, 15 de junio de 2012

RESCATEMOS PERSONAS, DESAHUCIEMOS BANQUEROS.

El motivo de esta acción ciudadana es principalmente el de hacer justicia y de lanzar un mensaje claro: Se ha acabado la impunidad.

Nos rescataremos con el dinero que nos han robado banqueros, especuladores y políticos.

Uno a uno, gota a gota, Rato a Rato.
 
Por cada banquero intervenido una escuela, un hospital, un puesto de trabajo para el bien de todos y cada uno.










miércoles, 13 de junio de 2012

lunes, 11 de junio de 2012

PEINE DE LOS VIENTOS.

Peinar el viento,
atraparlo entre las manos

para después soltarlo de nuevo.

El mismo viento

que recorre tu cuerpo

en un millón de abrazos.






 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Las fotografías correspondes a bocetos sobre recreaciones libres del "Peine de los Vientos" de Chillida realizadas por maytekano.