Welcome to the Inopia.

Más allá de Orión, la Puerta de Tanhauser, los Cerros de Úbeda, la cara oculta de la luna, Babia y más lejos todavía de donde Cristo perdió el gorro andan a la deriva, o más bien naufragan, mis pensamientos y reflexiones sobre las más que recalentada realidad que nos abrasa todos los días. Por eso, cuando todo se emborrona y pareciera que nada tiene sentido, me exilio en la Inopia, lugar donde encuentro el hilo de Ariadna al que agarrarme si quiero encontrar la salida del laberinto.


Sitio desnuclearizado

sábado, 7 de enero de 2012

MICRORELATOS.

LO PEQUEÑO ES HERMOSO.

¡Y un huevo!

Me dije a mí mismo cuando saqué la tarjeta de débito de mi cartera y vi el tamaño de mi cuenta corriente. Una lástima. Aquella mujer a la que invité a acompañarme al cajero para sacar un par de billetes con los que pagar la cena no podía dar crédito –esto último nunca mejor dicho- a que los ahorros de un tipo como yo estuvieran en números rojos.

Algo parecido debí pensar también cuando siendo aún adolescente y una mañana, al mirarme al espejo, descubrí aquél grano reventón en toda la punta de mi nariz.


MÁS VALE TARDE QUE NUNCA O NUNCA ES TARDE SI LA DICHA ES BUENA.

Cuando llegué el dragón ya se había tragado a la princesa.


NO VENDAS LA PIEL DEL OSO ANTES DE CAZARLO.

Jajajajaja… se descojonaba el excelentísimo señor alcalde cuando un miembro de la oposición le recordó aquello del oso y su piel.

-Si no hago otra cosa desde que alcancé el poder y me va de puta madre –pensó para sí-


A CABALLO REGALADO NO LE MIRES EL DIENTE.

-¡Y hasta las encías! Le miraré la próxima vez que alguien me regale un traje.

Dicen los más allegados de su partido que se oyó gritar a Camps…


EN EL PAIS DE LOS CIEGOS EL TUERTO ES EL REY.

Y parecía ser así en todos los lugares del reino Borbónico, pero había un lugar donde la excepción no hacía más que confirmar esta regla, pues en la casa donde vivía el mismísimo rey tuerto con su familia, su yerno parecía estar en posesión de una vista (de lince) en cada uno de sus ojos. ¡Oooohhhh!



AÑO NUEVO VIDA NUEVA.

Se leía, como epitafio, en la tumba de Florencio Ramirez, fallecido el 1 de enero del año en curso.



PD: Espero que estos microrelatos os parezcan cualquier cosa menos hermosos, jeje.

2 comentarios:

  1. Muy buenos y divertidos. Me han gustado mucho. Una suerte descubrir por casualidad este blog.

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