Quieren tu sangre. Son peor que vampiros. Quieren tu sueldo, tu salud, tu educación. Quieren tu hambre, tu sed, tus deseos. Quieren tu odio pero también tu amor. Quieren tus creencias, tus principios, tus valores, tus dudas, tus temores pero también quieren tu atrevimiento. Quieren tu casa, tus muebles, la cama donde amas y donde duermes, quieren a tu mujer,a tu marido, a tus hijos, a tu familia entera pero también a tus amigos pues quieren también tu amistad, tu comprensión, tu adhesión. Te quieren en su ejército, en su policía, en sus legiones de fanáticos seguidores. Quieren en definitiva tu vida y tu muerte, tu esperanza, tu presente, pasado y futuro. Ojo, pero nunca tu suicidio. Te quieren a ti por completo. Sin resquicios, sin ninguna rendija por donde se pueda escapar cualquier leve halo de rebeldía.
Por eso no les votes. Son solo meras marionetas de los que verdaderamente hipotecan, cuando no aniquilan, tu vida.
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