Welcome to the Inopia.

Más allá de Orión, la Puerta de Tanhauser, los Cerros de Úbeda, la cara oculta de la luna, Babia y más lejos todavía de donde Cristo perdió el gorro andan a la deriva, o más bien naufragan, mis pensamientos y reflexiones sobre las más que recalentada realidad que nos abrasa todos los días. Por eso, cuando todo se emborrona y pareciera que nada tiene sentido, me exilio en la Inopia, lugar donde encuentro el hilo de Ariadna al que agarrarme si quiero encontrar la salida del laberinto.


Sitio desnuclearizado

jueves, 5 de septiembre de 2013

DESPUÉS DEL VERANO MÁS DE LO MISMO.




Se acaba el verano, las vacaciones y empieza el nuevo curso sin que ninguno de los desmanes, abusos y tropelías (que el Gobierno de Rajoy nos dejara antes de su “merecido” descanso estival) haya visto su fin.  Porque no hay nada como la “crisis” para cometer tantos atropellos al ciudadano y poder disfrazarlos con el objetivo de intentar hacerlos pasar tan inadvertidos que ni siquiera ya se proteste por ellos. A estos gobernantes con Rajoy, Soraya y Cospe a la cabeza, lo que les pase a las personas les importa un huevo. Han demostrado por activa y por pasiva que lo único que les importa es la cuenta de resultados de los bancos. Por eso, tras el verano, más de lo mismo. Estos son algunos de los graves problemas que tratamos de olvidar durante las vacaciones (los que hemos tenido la suerte de tenerlas) con las “soluciones” que hasta ahora ha dado el PP a los mismos:
Que la corrupción sigue siendo el pan de cada día de los partidos políticos que manejan el poder. Todo mentira e invento de la prensa, y si se demuestra que algún político es corrupto lo hacía al margen del partido y en su propio beneficio no en el del partido.
Que hay ciudadanos desahuciados que se quedan en la calle porque no pueden hacer frente a la hipoteca tras quedarse en paro (después de que los bancos dieran todo tipo de facilidades para pedirla). Que no la hubieran firmado.
Que se quedan sin trabajo y sin ingresos. Algo habrán hecho para que los despidan y si no que trabajen más por menos.
Que vemos recortadas la sanidad la educación pública y la cultura. Estas cosas son un lujo que no nos podemos permitir. Estas cosas hay que pagarlas al margen de los impuestos.
Qué nuestros investigadores y científicos se marchan fuera del país a buscarse la vida. Mejor, menos parásitos no productivos a los que mantener.
Que a muchos ancianos se los ha engañado con las preferentes. La culpa es de ellos por avariciosos y si no que no se hubieran dejado llevar por los directores y personal bancario conocidos de toda la vida en los que tenían plena confianza y, por supuesto, que se hubieran leído mejor la letra pequeña aunque muchos de los estafados fueran enfermos de Alzheimer o ni siquiera supieran leer.
Que la reforma laboral del Gobierno facilita y abarata los despidos propiciándolos en masa y no contribuye a que nadie sea contratado. Pues de eso se trata; de contentar a los grandes empresarios y no a los despreciables trabajadores.
Que las personas “dependientes” se van a quedar sin ayuda y abandonadas a su suerte. La culpa es suya por no aprender a valerse por sí mismas o si no, que no hubieran nacido con malformaciones ni sufrido accidentes laborales. Que cada cual resuelva sus problemas.
Que nuestros bosques, montañas, ríos y costas agonizan ante la implacable invasión del ladrillo (como consecuencia de la burbuja inmobiliaria creada por Aznar causante principal de nuestros males). No hay que detener el “progreso” si queremos crear empleo y “riqueza” así que vamos a permitir más deterioro: que las playas tengan sólo veinte metros (en vez de los cien anteriores) que queden a salvo de constructores sin escrúpulos. En cuanto a las construcciones condenadas a demolición, les vamos a conceder una prórroga de setenta y cinco años para que sigan en pie los mayores horrores urbanísticos ilegales e invasores del espacio público.
Que la ciudadanía no se conforma con los fallos judiciales que consideran injustos y desproporcionados. Pues se suben las tasas judiciales para que sólo los ricos puedan presentar recursos.
Que se está metiendo mano a todo el mundo excepto a la Iglesia. Y que queremos en un país que al contrario de lo que dice la Constitución se sigue considerando católico, apostólico y romano. A la Iglesia hay que darle todo cuanto pida no se nos enfaden los obispos. Así que,  que continúe exenta de pagar el IBI por los siglos de los siglos amén.
Que seguimos empeñados en organizar grandes fastos y, cuando no nos los conceden, ofendidos, hervimos en furores vengativos, pese a que parecía estar medianamente claro que para salir del, “hoyo” había que apostar por otra cultura económica más responsable, austera y alejada de los errores del pasado (que siempre son presente), pues no, mejor entregarnos sin reparos a organizaciones tan corruptas y obscenas como el COI o tipos como Sheldon Aldenson (pormotor de Eurovegas) que parecen estar sacados de la trilogía del Padrino.

Pues este es el oscuro panorama con el que nos seguimos tropezando a la vuelta del verano. Soluciones: quizás pensar mejor que hacemos con las papeletas del voto, pues si para muchos son tan solo una lista con nombres y apellidos para ellos, los partidos (sobre todo los mayoritarios), son la vida…

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