Welcome to the Inopia.

Más allá de Orión, la Puerta de Tanhauser, los Cerros de Úbeda, la cara oculta de la luna, Babia y más lejos todavía de donde Cristo perdió el gorro andan a la deriva, o más bien naufragan, mis pensamientos y reflexiones sobre las más que recalentada realidad que nos abrasa todos los días. Por eso, cuando todo se emborrona y pareciera que nada tiene sentido, me exilio en la Inopia, lugar donde encuentro el hilo de Ariadna al que agarrarme si quiero encontrar la salida del laberinto.


Sitio desnuclearizado

martes, 19 de noviembre de 2013

METAMORFOSIS.

                                                Dibujo: http://www.franssenstine.com/index.htm


Un día más Gregorio Sánchez sintió horrorizado cómo su cuerpo cambiaba. Sin poder ejecutar ningún movimiento que al menos le produjera el alivio de cambiar de postura, no recordaba cuanto tiempo llevaba tumbado boca arriba. Sus desesperados gritos pidiendo ayuda no parecían oírse. Pero no tardó mucho en aceptar su destino, es más, llegó a pensar que aquella situación no era tan desagradable, sobre todo cuando sentía ese cosquilleo desde los pies hasta la cabeza. Era una sensación extraña, indolora y hasta cierto punto placentera a pesar de la incómoda situación.

Una mañana se escuchó un golpe fuerte y seco. Tras derribar la puerta diferentes personas fueron llegando al lugar donde se encontraba Gregorio. Tantas personas hablando a la vez le impedían entender lo que decían, hasta que por fin una voz se elevó por encima de las demás:
“El cadáver lleva en descomposición más de veinte días. Lo atestiguan las distintas variedades de insectos necrófagos, tales como coleópteros, dípteros e himenópteros que se han encontrado por todo el cuerpo. Tras una primera exploración se sospecha como causa principal del fallecimiento la ingesta de algún veneno”.


Fue entonces cuando Gregorio supo de su condición de cadáver.


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