Welcome to the Inopia.

Más allá de Orión, la Puerta de Tanhauser, los Cerros de Úbeda, la cara oculta de la luna, Babia y más lejos todavía de donde Cristo perdió el gorro andan a la deriva, o más bien naufragan, mis pensamientos y reflexiones sobre las más que recalentada realidad que nos abrasa todos los días. Por eso, cuando todo se emborrona y pareciera que nada tiene sentido, me exilio en la Inopia, lugar donde encuentro el hilo de Ariadna al que agarrarme si quiero encontrar la salida del laberinto.


Sitio desnuclearizado

martes, 7 de noviembre de 2017

ADÉU 78.

De esta España que nos queremos independizar muchos que no vivimos en Cataluña y que vemos horrorizados cómo el régimen ha conseguido utilizar la cuestión nacional para recuperar la credibilidad y la adhesión social perdidas,  queremos decir “Adèu Espanya” y “Adèu 78”, porque queremos cambiar todo el país, como explica el manifiesto que han redactado activistas catalanes y catalanas y que muchos ya estamos firmando. Adiós 1978, hola 15M. Es urgente que volvamos a las calles, que haya una respuesta colectiva que impida otro cierre en falso y otra Transición pactada por arriba.
Volem votar. Queremos votar. Todos y todas. Queremos votar un nuevo país con separación de poderes, independencia informativa, control a las élites, redistribución de la riqueza, protección de los desfavorecidos, futuro para los jóvenes, servicios sociales accesibles y públicos, plurinacionalidad y democracia más representativa y participativa en la que decidamos también el modelo de Estado: monarquía o república. Queremos votarlo todo y queremos votarlo ahora.
Que vuelva el 15M para acabar lo que empezó. Es el momento o tendremos que esperar otros 40 años. 
(Extracto del editorial de “Carne Cruda” publicada en publico.es  por Javier Gallego alias “Sr. Crudo).

MANIFIESTO:

En mayo del 2011, el golpe de austericidio que en Cataluña y España logró cuotas indignantes, consiguió inundar las calles de personas hartas de verse abocadas a la precariedad existencial por unos poderes políticos y económicos que tanto dentro del Estado como a nivel europeo atentaban contra sus vidas para aumentar sus beneficios. Al grito de “no nos representan”, se reconocía por fin como responsables políticos a todos los actores principales que desde 1978 habían ido repartiéndose poder en el gobierno y sillas en los consejos de administración de las grandes empresas. Es decir, los dos partidos españoles mayoritarios, PP y PSOE, con la connivencia de los sindicatos mayoritarios y el partido que protagonizaba unos de los recortes más drásticos de toda Europa del Sur, CiU.

Seis años más tarde, aquel malestar contra un régimen agónico que parece propinar sus últimos coletazos y, o bien a base de avivar el eje nacional o bien a golpes de porra intenta mantener como sea su legitimidad, vuelve a resurgir con fuerza. A pesar de que esta vez ha encontrado su expresión en los eternos problemas de la división territorial y la ceguera de la unidad que desde Madrid estrangula a Cataluña y a todo el resto del territorio, creemos que el problema de fondo vuelve a radicar en un pacto que se nos hace añicos y que muestra su cara más terrible en abierto. El pacto de la transición que instauró este malogrado régimen del 78 no nos funciona. La constitución, los partidos que cómodamente se instalan en ella, la monarquía y la falsa democracia representativa, se hunden como espejismo de la armonía social nuevamente. Los escándalos de corrupción, los recortes constantes y el juego entre unas élites continuistas apuntan una vez más a la necesidad de iniciar un proceso constituyente entre todas y desde abajo para definir cómo queremos vivir y recuperar la dignidad sin dejarnos pisar en todos los ámbitos de nuestra existencia.

La única reforma de la constitución desde el 78 ha amparado el pago de una deuda injusta con una Europa entregada a los intereses del gran capital que ahora algunos esperan, ingenuamente, que intervenga para resolver nuestros conflictos sociales y políticos. Cuando esta Unión Europea interviene, es tan sólo para restar soberanía a sus estados miembros en nombre de los intereses del BCE y el FMI y no para reforzarla en ningún caso. La misma ingenuidad se aplica al cómo hemos pasado de reivindicar que definir las reglas del juego y cómo queremos vivir siempre recae en el pueblo, a entregar el liderazgo de procesos de creación de supuestas repúblicas a las mismas élites catalanas que siempre han pactado y lo siguen haciendo con las españolas y que nos han castigado a base de privatizaciones y recortes.

Con todo, digamos juntas Adiós 78, y hagámoslo ocupando las calles, persistiendo en la lucha, autoorganizándonos y abriendo un proceso constituyente desde abajo. No pidamos a aquellos que continúan sin representarnos que lo hagan por nosotros, recuperemos la soberanía para convertirnos nosotras mismas en el verdadero motor de cambio.



Para firmar el manifiesto rellena el siguiente formulario en la web: https://adeu78.wordpress.com/

No hay comentarios:

Publicar un comentario