Welcome to the Inopia.

Más allá de Orión, la Puerta de Tanhauser, los Cerros de Úbeda, la cara oculta de la luna, Babia y más lejos todavía de donde Cristo perdió el gorro andan a la deriva, o más bien naufragan, mis pensamientos y reflexiones sobre las más que recalentada realidad que nos abrasa todos los días. Por eso, cuando todo se emborrona y pareciera que nada tiene sentido, me exilio en la Inopia, lugar donde encuentro el hilo de Ariadna al que agarrarme si quiero encontrar la salida del laberinto.


Sitio desnuclearizado

lunes, 24 de septiembre de 2012

SE ACABÓ EL VERANO.

Se acabó el verano y tras el parón estival debiera servir éste para recuperar fuerzas ante un otoño que apunta a una clara escalada en el descrédito, la desvergüenza y la indecencia de los gobernantes. Por eso, por más que uno no quiera caer en la tentación masoquista de leer la prensa diaria, más hoy con las ventajas que brinda para ello la procelosa mar de las ondas cibernéticas, no puedo si no rendirme al impulso irrefrenable de acometer el abordaje de últimas noticias, reportajes y artículos de opinión sobre la achicharrada actualidad. Porque por más que me resista puede más sobre mí la idea de que entre tanta desfachatez, demagogia, maldad, catástrofes, mentiras, corrupción, falta de humanidad y de razón, encontraré algún resquicio, aunque sea casi imperceptible, que me devuelva algún amago de esperanza. Pues uno, como digo, cuando lee las noticas, siente la sensación de ser un “sparring” a merced de los medios.

Y en ese golpeo-resumen de lo que ha sido lo que va de año compruebo con esperada decepción que ni se han detenido los recortes, ni se ha llevado a los tribunales a ninguno de los responsables políticos y económicos de esta gran estafa mal llamada crisis. Y de nuevo, tras leer estas cosas, le asalta una y otra vez la misma conclusión: el problema de la crisis es político, no económico pues los que manejan las instituciones no gobiernan para los ciudadanos, sino que obedecen a los intereses financieros con el único objetivo de mantenerse en la “poltrona” donde se acomoda esta casta privilegiada.

Pues seguimos viviendo bajo una dictadura impuesta por las grandes agencias financieras y ejecutada por el BCE y el gobierno alemán de la señora Merkel. Y bajo este yugo el gobierno español es sólo una marioneta. Por eso urge recuperar el control democrático, pues mientras no recuperemos la capacidad de decisión no habrá posibilidad ni de impedir los recortes ni de liquidar la deuda ilegítima y avanzar en derechos sociales. Y para ello, a pesar de tanto desaliento y desánimo que produce leer la prensa, queda como única vía de escape no rehuir el enfrentamiento.

Sí, puede que el enemigo sea más fuerte pero no más numeroso. Y si todos somos en parte responsables, pues tanto nuestros actos como nuestros no actos tienen repercusión en lo que está sucediendo, debemos meditar cual es nuestra “cuota” de responsabilidad en el mantenimiento de este mundo tan malévolo e injusto y rectificar en nuestros modos de vivir la vida para ir rebajando esta cuota. Hay muchas y diferentes formas de actuación: participa en asociaciones y grupos que piensan como tú, escribe, piensa por ti mismo, habla, grita, difunde, sal a la calle, reúnete, opina, manifiéstate, pelea pero sobre todo no votes a los de siempre.

Debemos posicionarnos: solo hay dos bandos posibles los de arriba y los de abajo. Puede que la categoría “lucha de clases” tal como la formuló Marx no sea del todo correcta hoy en día, pero sigue siendo válida en cuanto a la explicación de la dicotomía entre opresores y oprimidos, explotadores y explotados, ricos y pobres. El enemigo no se esconde, no tiene ningún temor a mostrarse como es. Por eso no valen las ambigüedades y hay que elegir claramente el bando. Cada cual en la medida de sus posibilidades pero todos unidos por una misma causa. Nuestro futuro va en ello. Porque ¡estamos más que hartos y no queremos seguir soportándolo más!

Salud.



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