Welcome to the Inopia.

Más allá de Orión, la Puerta de Tanhauser, los Cerros de Úbeda, la cara oculta de la luna, Babia y más lejos todavía de donde Cristo perdió el gorro andan a la deriva, o más bien naufragan, mis pensamientos y reflexiones sobre las más que recalentada realidad que nos abrasa todos los días. Por eso, cuando todo se emborrona y pareciera que nada tiene sentido, me exilio en la Inopia, lugar donde encuentro el hilo de Ariadna al que agarrarme si quiero encontrar la salida del laberinto.


Sitio desnuclearizado

martes, 8 de octubre de 2013

EN DEMOLICIÓN.



Hoy se me viene el mundo encima
[y yo sin armadura]
me aplasta,
aunque no va más allá
de unas pocas contusiones.

Como un muro en demolición
me derrumbo,
quedo esparcido
en un montón de escombros.

Debo ser todo lo que no sirve
y no sirvió.

Un muñeco de trapo,
una marioneta,
una repetición de derrotas
un punto en medio de la nada.

Será por eso que hoy
 mi corazón se aloja
en el cuerpo de un donante.



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