Welcome to the Inopia.

Más allá de Orión, la Puerta de Tanhauser, los Cerros de Úbeda, la cara oculta de la luna, Babia y más lejos todavía de donde Cristo perdió el gorro andan a la deriva, o más bien naufragan, mis pensamientos y reflexiones sobre las más que recalentada realidad que nos abrasa todos los días. Por eso, cuando todo se emborrona y pareciera que nada tiene sentido, me exilio en la Inopia, lugar donde encuentro el hilo de Ariadna al que agarrarme si quiero encontrar la salida del laberinto.


Sitio desnuclearizado

lunes, 30 de julio de 2012

30 DE JULIO DE 2012, CUADERNO DE BITÁCORA DE UN NAVEGANTE CIBERNÉTICO.

Un día más levamos anclas en pos del encuentro de lo inesperado. De algo que nos devuelva la esperanza para seguir pensando que no todo está perdido. Las turbulentas aguas de esta procelosa mar de las ondas cibernéticas nos llevan sin necesidad de marcar rumbo alguno hacia una realidad que nos abofetea en forma de viento. Tratamos de resistirnos sujetando con fuerza el timón, digo ratón, pero, una vez más, la fuerza que nos lleva se hace tan irresistible que no podemos hacer otra cosa más que dejarnos arrastrar por estas gélidas corrientes.

Y así, sujetos al puente de mando procedemos a la visión de aquello que viene transportado por estas aguas: vemos como la Iglesia sigue moviéndose bajo palio verbal, vemos a la patronal pretendiendo tratar a los trabajadores como esclavos, a los políticos... ejen... a los políticos mejor mirar hacia otro lado.. y a la prensa reaccionaria actuar con maneras de prensa del antiguo Movimiento.

Y no podemos dejar de pensar, mientras observamos esta maloliente realidad, que la democracia, o lo que queda de ella, está en juego. Pero ¿cómo podemos defenderla si la parlamentarización de los conflictos, con la que se pretendía gestionar los derechos ganados en las calles, ha agotado su capacidad transformadora? Pues toda organización se ajusta por su eslabón más débil. Sin presión ciudadana, ese eslabón son los trabajadores, los parados, los pensionistas, los inmigrantes, las mujeres…

Observamos también, como los partidos "democráticos" parecen tener dificultades para unirse en la calle con la ciudadanía sublevada -algo que el PP no dudó en hacer en los últimos cuatro años de Zapatero junto a la Iglesia y los sectores más reaccionarios de la derecha- y parecen, bien prudentes, preferir quedarse con los gestores de la represión en ese sitio, el Parlamento, donde se está convirtiendo la legalidad en ilegalidad, el derecho a un trabajo digno en despido libre, el derecho a la educación en privatización de la enseñanza, el derecho a una vivienda digna en desahucios, el derecho a una pensión en ahorro forzado de por vida, el derecho a la salud, en un albur mercantilizado, en un juego marcado cada vez más monopólico. Y el derecho constitucional a la manifestación en una ocasión para reprimir a cualquiera que haga valer su voz, sean adolescentes, invidentes, mujeres o ancianos, con tal de que protesten.

No habrá que cejar en el empeño de seguir tomando la calle pues la última vez, que aterrorizados por la brutal represión, nuestros abuelos se quedaron en sus casas se quedaron Ellos en las nuestras durante cuarenta años.

Seguimos navegando. Las cálidas aguas de la procelosa mar de las ondas cibernéticas nos conducen a una tierra sumergida en el llanto. Aunque su nombre apunta a la novedad, la actualidad es en ocasiones firme asesina de lo que ya no importa, anegando nuestra memoria de otros pensamientosy arrastrando ese puerto al más vetusto olvido…

Menos mal que, a veces, algo se remueve en las profundidades, y no todo es blanco ni negro, y como las teclas de un piano la mezcla crea una melodía que abre nuevos caminos para viajeros sensibles con espíritu rebelde e inquieto… seguiremos navegando, por tanto, sin olvidar el objetivo que nos empuja cada día a navegar por estas aguas cargadas de electromagnetismo, que no es otro que el de hallar una salida a este maldito laberinto sin sentido…

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