Welcome to the Inopia.

Más allá de Orión, la Puerta de Tanhauser, los Cerros de Úbeda, la cara oculta de la luna, Babia y más lejos todavía de donde Cristo perdió el gorro andan a la deriva, o más bien naufragan, mis pensamientos y reflexiones sobre las más que recalentada realidad que nos abrasa todos los días. Por eso, cuando todo se emborrona y pareciera que nada tiene sentido, me exilio en la Inopia, lugar donde encuentro el hilo de Ariadna al que agarrarme si quiero encontrar la salida del laberinto.


Sitio desnuclearizado

miércoles, 29 de diciembre de 2010

David contra Goliat en versión moderna.

Pascual Carrión junto a su rebaño, en Jumilla.

Cuenta la leyenda que el reino de Israel, gobernado en ese entonces por Saúl, estaba en guerra con los filisteos. Estos contaban con un gigante como líder llamado Goliat que, confiado en su gran fortaleza física, desafió a los ejércitos de Israel durante cuarenta días, a fin de que ellos eligieran a su mejor hombre, para enfrentarse a Goliat. Así se decidiría la batalla y el pueblo vencido sería esclavo del ganador.

Mientras tanto, David fue enviado por su padre para visitar a sus hermanos que estaban en el campamento para llevarles alimentos. Estando allí, escuchó el desafío de Goliat. Sin pensárselo dos veces se vistió con armadura, pero al no estar acostumbrado a utilizarla se deshizo de ella dirigiéndose al campo de batalla tan solo con su honda y su cayado.

Goliat, al ver a su enemigo con semejante facha comenzó a burlarse de David, pero una vez comenzó la pelea, David consiguió vencer a su enemigo lanzando con su honda una piedra que impactó en plena frente del gigante. Una vez caído, David corrió hacia él para cortarle la cabeza con la propia espada del gigante. Y así fue como David consiguió la primera de las muchas victorias siguientes.

A lo largo de la historia ha habido más David y Goliat y, afortunadamente, en algunas, aunque las menos, ocasiones David ha seguido saliendo victorioso. Cada pequeña o gran batalla en la que está en juego el enfrentamiento con los que tienen la fuerza y, por tanto, el poder y sale vencedor quien menos ventaja tiene a priori, pero quien más cargado de razón y buena voluntad se arma, el género humano por completo, en su más honorable versión, sale victorioso.

Este es el caso de Pascual Carrión, un cabrero de Jumilla, que ha ganado la batalla al ayuntamiento de esta localidad murciana, que pretendía levantar 2.285 viviendas y un campo de golf. El Tribunal Supremo ha paralizado la obra y dado la razón al pastor que temía que el macro proyecto cortara el paso a su rebaño y terminase con el agua necesaria para los habitantes de su pueblo

El cabrero plantó cara a la promotora, el grupo San José (multinacional de la construcción), al negarse a vender sus 30 hectáreas de tierras a una de sus filiales, de las que el ayuntamiento se mostró dispuesto a expropiar por 2,6 millones de euros. En 2006 el consistorio aprobó el plan urbanístico conocido como “Santa Ana del Monte de Jumilla Golf”, que contemplaba la construcción de 2.285 viviendas y un campo de golf y que fue denunciado por Carrión. La primera demanda fue infructuosa por la oposición del ayuntamiento, pero Pascual no quiso darse por vencido y recurrió al Supremo, que le ha terminado dando la razón paralizando las obras.

Otra vez David contra Goliat y una vez más el menos fuerte, aparentemente, se hace con la victoria. Ojalá esta historia que no ha sido recogida por muchas medios sirva de empuje y ánimo a tantas y tantas causas "perdidas" a priori por ser enfrentamientos desiguales pero no por ello menos justos. Qué por fin la Justicia prevalezca aunque tenga que dar la razón, muy a su pesar (al fin y al cabo depende del Poder), al más débil.

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