Sigo navegando. La procelosa mar de las ondas cibernéticas sigue meciendo este navío desde el que contemplo el devenir de los tiempos. Nada parece haber cambiado después de traspasar la frontera de un año hacia a otro. En estas corrientes marinas cargadas de tanta energía no parece que se hubiera trastocado nada. Todo sigue igual. El laberinto espacio temporal por el que transcurren estas aguas, a pesar del constante cambio del que se alimentan, pareciera haber caído en una inesperada monotonía. Quiero imaginar que esta inquietante contradicción sea tan solo pasajera y que tras la aparente “tranquilidad” vuelvan a sucederse acontecimientos que sacudan mi navío de proa a popa.
Mientras tanto, diviso a lo lejos un mar de letras entra las que sobresalen pasajes de libros tan eternos como sus autores. Frases que nos estremecen, emocionan, entristecen, alegran, enamoran, apasionan, alteran, revuelven, inquietan, enseñan, despiertan pero también nos hacen soñar y, en algunas ocasiones, nos hacen sobre todo reflexionar.

“Sólo en sueños, en la poesía, en los juegos –encender una vela, andar con ella por el corredor- nos asomamos a veces a lo que fuimos antes de ser esto que vaya a saber si somos”.
Julio Cortázar, Rayuela, Capítulo 105.
Que mejor que releer Rayuela, siempre Rayuela, para saltar de un año a otro, de un instante a otro en ese juego tan complejo, surrealista y caótico que es la vida.
Gracias.
ResponderEliminar